El fin principal de la “Asociación de Fieles de la Santa Cruz, Santísimo Cristo de la Salud y Socorro de las Ánimas, Purísima Concepción de María, Apóstol Señor Santiago y Beato Bartolomé Laurel” se rige siguiendo las instrucciones pastorales del Papa Emérito Benedicto XVI, no teniendo más único fin que el de "…dar un renovado impulso a la misión de toda la Iglesia, para conducir a los hombres lejos del desierto en el cual muy a menudo se encuentran en sus vidas a la amistad con Cristo que nos da su vida plenamente…"; asimismo, es nuestro deseo el hacer una llamada a todos los cristianos para profundizar y afianzarnos en la fe y “…hacer resplandecer la Palabra de verdad que el Señor Jesús nos dejó…” y para que, ayudados por María que es modelo de nuestra fe, asimilemos el Evangelio de tal modo, que pueda dar forma a nuestra vida.
Así mismo, la Agrupación tiene unos fines específicos, algunos basados en los objetivos propuestos por Su Santidad Benedicto XVI para este Año de la Fe y que son los siguientes:
- Profesar nuestra fe de modo contundente y público, queriendo vivir como verdaderos cristianos, dando testimonio de comunión firme y convencida con el Papa, centro de toda la Iglesia Universal.
- Dar testimonio de la fe que profesamos en todas y cuantas acciones desarrollemos para que aumenten y brillen en nuestra ciudad.
- Intensificar nuestra participación en las acciones litúrgicas, particularmente en la Eucaristía, de la cual se nutre nuestra fe.
- Profundizar en el asentimiento voluntario y razonable a las enseñanzas recibidas por medio de la Iglesia, conociendo los contenidos de la fe para asentir con ellos plenamente con la inteligencia y la voluntad.
- Practicar y ejercer obras de caridad, asistenciales y de promoción entre la ciudadanía y colaborar en las necesidades y urgencias de los pobres, de acuerdo con las orientaciones de la Iglesia Diocesana y en estrecha colaboración con Cáritas.
- Promocionar el culto público a nuestras devociones y advocaciones para mayor Gloria de Nuestro Redentor, que es el que se tributa cuando se ofrece en nombre de la Iglesia por las personas legítimamente designadas y mediante actos aprobados por la Iglesia.
- Respondiendo al espíritu fundacional de esta Asociación, ésta suscitará e inspirará a sus miembros el sentimiento penitencial que debe presidir la vida de todo cristiano, para identificarse con Cristo y poder ser testigo de su Resurrección.